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Foto del escritorRicardo Vasconcelo

El temor del Señor



¿Qué significa?


«Temer al Señor» es tener una profunda reverencia a Dios, la cual conduce a odiar el mal y a practicar una obediencia inquebrantable hacia Él. Es el resultado de apreciar su grandeza, omnipotencia (Él es todopoderoso) y omnisciencia (Él todo lo sabe), y también su amor, el cual sobrepasa todo entendimiento humano.


No se trata de tenerle miedo y desear escondernos de Él, como fue el caso de Adán luego de desobedecer a Dios en el jardín del Edén. Ese miedo, que es un miedo torturador, condujo a Adán a intentar esconderse de Dios, e hizo que, cuando Dios lo llamó, él le respondiera: "Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí" (Gn. 3:10). Existe una clase de temor (que en realidad es «miedo») que hace que una persona quiera esconderse de Dios, esperando que Él no lo vea. En un día futuro, este miedo hará que las personas le digan a los montes: "Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero" (Ap. 6:16).


El temor del Señor siempre está relacionado con el amor del Señor, un amor que hace que la obediencia sea algo de lo cual alegrarse y no una carga. Este amor deja fuera el mal tipo de temor (1 Jn. 4:18).


Bendiciones prometidas del temor del Señor


El temor del Señor acarrea muchos resultados preciosos para el creyente. En las siguientes líneas nos referiremos a algunos de ellos.


  • Sabiduría: "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová" (Sal. 111:10). "Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal, la inteligencia" (Job 28:28).

  • Estabilidad y Tesoro: "Y reinará en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro" (Is. 33:6).

  • Conocimiento íntimo: "La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y con ellos hará conocer su pacto" (Sal. 25:14). Considera los ejemplos de José y Daniel.

  • Confianza y Protección: "En el temor de Jehová está la fuerte de confianza; Y esperanza tendrán sus hijos" (Pr. 14:26).

  • Misericordia del Señor: "Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de sus hijos" (Sal. 103: 17).

Su impacto en nuestra vida cotidiana


El temor del Señor afecta nuestro comportamiento en cada aspecto de nuestras vidas. Por ejemplo, nos hará decir la verdad sin que añadamos, exageremos o modifiquemos algo. Nos prevendrá de decir o insinuar cualquier cosa que afecte la reputación de alguien que, quizás, haya herido nuestros sentimientos. El temor del Señor nos libera del miedo al hombre, del egoísmo, el orgullo, la inmoralidad... y de una listado de cosas interminable.


Tres ejemplos a destacar


1.- Abraham ha sido llamado el padre de la fe. Leemos: "Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios" (He. 11:8-10).


Después de eso, Abraham atravesó una dura prueba de fe, pues Dios lo llamó y le dijo: "Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré" (Gn. 22:2). Abraham fue, como se le había dicho, construyó un altar, acomodó la leña sobre el altar, ató a su hijo Isaac, y lo puso en el altar, "y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo".


"Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham... No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único" (Gn. 22:10-12). Abraham sabía que la obediencia a Dios es el camino más seguro y de mayor bendición: ese es el temor de Dios. Debido a que su fe era fuerte, él sabía que el Señor cumpliría su promesa de que en Isaac le sería "llamada descendencia" (21:12).


2. José demostró su temor al Señor cuando era esclavo en la casa del maestro, y cuando fue un gobernante de influencia en Egipto. En la primera instancia el temor del Señor le dio victoria sobre la tentación causada por la esposa de su amo, quien intentó seducirlo para que cometiera adulterio con ella. La respuesta de José fue clara: "¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?" (ver Génesis 39:7-9).


Más adelante, cuando se convirtió en gobernador de Egipto y sus hermanos, excepto Benjamín, vinieron a comprarle trigo, ellos no lo reconocieron, pero él sí los reconoció. Cuando se defendían de la acusación de espionaje, ellos mencionaron que tenían un hermano menor que había quedado en casa de su padre. José, cuyo corazón anhelaba ver a su hermano Benjamín, les dijo que les creería solamente si traían a su hermano menor. Por lo tanto, tomó la decisión de permitir que uno de ellos regresara con el trigo que compraron, pero debía traer a su hermano menor. Mientras tanto, los otros diez quedarían como prisioneros hasta que su hermano menor viniese a Egipto, si así no fuera, serían considerados espías.


"Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días. Y al tercer día les dijo José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios" (Gn. 42:17-18). Entonces decidió que solo uno de ellos quedara en prisión y que los demás regresaran a casa, porque él tenía temor del Señor. El temor del Señor lo libró de ser duro, incluso con aquellos que no habían mostrado ninguna misericordia hacia él.


Nehemías. (Favor leer Nehemías 5:14-19). Nehemías tenía un privilegio otorgado por el mismo emperador Persa: él podía recibir una recompensa económica (llamada "pan del gobernador") adicional a los "cuarenta siclos de plata", la cual, según las reglas, habían tomado los gobernadores que habían estado antes que que él. Pero Nehemías no tomó esa recompensa "por temor a Dios" (v. 15). El temor del Señor nos protege del amor al dinero y nos hace mas sensibles a las necesidades de otros.


¡Abraham, José, Nehemías e innumerables otros hijos de Dios, dieron testimonio de que el camino más seguro y bendecido de todos es el temor del Señor!.


"Aleluya. Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera" (Sal. 112:1).


A. M. Behnam

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